Consejos para montar y detectar averías en el embrague

Los embragues modernos cada vez más están sometidos a una mayor presión, derivada de una mayor potencia, un mayor par de torsión y un mayor peso.

En los últimos diez años, la media de potencia en los turismos nuevos en Alemania ha aumentado de 90 a 103 kW (de 120 a 138 CV aprox).

Además, los pares para los motores diésel más potentes, se elevaron aún más y el peso del vehículo ha aumentado en un promedio de 50 Kg. Todos estos avances suponen mayores exigencias para el sistema de embrague y, por lo tanto, los daños en el sistema son cada vez más comunes.

Lo que puede parecer un problema insignificante al principio, como son los tirones al ponerse en marcha, puede convertirse rápidamente en una costosa reparación. Así, si el embrague está permanentemente sujeto a una gran sobrecarga puede verse dañado.

Por eso, desde Taller Mecánico el Sobradillo,  aconsejan a los conductores llevar sus vehículos al taller inmediatamente, para determinar la causa de los problemas, incluso los de menor importancia.

La fricción entre el disco y la prensa del embrague o el volante bimasa provocada por la sobrecarga puede provocar sobrecalentamientos aislados. Estos sobrecalentamientos aumentan el riesgo de grietas en las superficies de fricción de la prensa de embrague y el volante, así como daños en el disco de embrague.

Por otra parte, estos sobrecalentamientos pueden provocar un fallo completo del volante bimasa (DMF) ya que, si el lubricante especial del volante bimasa se expone continuamente al calor, puede llegar a endurecerse. Si esto llegase a pasar, el volante bimasa debería ser reemplazado, según los expertos de ZF.

Otros pistas de problemas en el embrague pueden ser los forros manchados de grasa o la presencia de aceite por el cigüeñal o la caja de cambios. Además, el exceso de grasa en el eje primario de la caja de cambios o en el cojinete piloto, provocan frecuentemente que los forros se engrasen o ensucien. Todo esto, puede causar un cambio en el comportamiento de fricción entre el disco y la prensa de embrague o el volante bimasa.

En general, cuando se sustituye un embrague, es importante examinar cuidadosamente los componentes adyacentes. Eso puede evitar daños mayores y una reparación más compleja.

Para los vehículos con un embrague accionado hidráulicamente, la entrada de aire en el sistema también puede causar problemas de funcionamiento. Incluso los cojinetes del motor desgastados o desajustes del motor, pueden ser razones para modificar el recorrido de accionamiento del embrague. Si la fuente del problema se identifica en los componentes adyacentes, «entonces se tiene que desmontar la caja de cambios y el embrague», señalan los expertos del fabricante.

Éstos ofrecen cinco consejos a los profesionales de la reparación a la hora de su montaje y manipulación para prevenir problemas futuros:

1. La limpieza absoluta es fundamental.

Incluso tocar el embrague con las manos grasientas puede dar lugar a futuros problemas de funcionamiento del mismo.

2. El estriado del embrague tiene que estar engrasado correctamente.

Si se usa demasiada grasa se puede provocar un mal funcionamiento del embrague.
Los componentes adyacentes y la zona de alrededor del embrague también deben ser inspeccionados durante la sustitución del mismo. Si cualquiera de ellos está roto o defectuoso, «también debe ser reemplazado», apuntan.

3. Verificar el alabeo antes de la instalación.

4. Para evitar posibles daños en el estriado, no forzar a la hora de encarar el disco de embrague con el eje primario.

5. Los tornillos de fijación deben ser ajustados según los requisitos exigidos, apretando en cruz y con el par de apriete especificado.

Nuestros expertos recomiendan inspeccionar a fondo el sistema de accionamiento, y sustituir las piezas desgastadas si fuese necesario.

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